Escuchar y agradecer a nuestro niño interior

Todos llevamos un niño dentro que alguna vez fuimos, lleno de ilusiones, deseos, habilidades y talentos, pero también tiene inseguridades y heridas que quizás se manifiestan hoy en día a través de tus acciones que son correspondientes a tus acciones, sin embargo, todas esas creencias que hoy nos limitan son simplemente circunstancias que debíamos de vivir para nuestro proceso por que quienes nos acompañan a crecer entregaron todo lo mejor de sí para brindarnos la mejor educación.

 Hoy queremos invitarte a sanar y recuperar ese niño interno a satisfacer poco a poco esas necesidades que laten dentro de nosotros y a través de la escucha compasiva satisfacerle lo que nos diga, aquí quizás te suene un poco infantil lo que te diga pero la realidad de esas necesidad que estas juzgando deben ser satisfechas, así que escuchate muy bien y deja a un lado tu edad, los niños nunca mienten y mucho menos tu niño interior quien sabe tus gustos, tus ilusiones, aptitudes, carencias y necesidades.

El guardián de tus ilusiones es autentico y espontáneo, sabe todos los deseos y mandatos que has interiorizado, también de las renuncias que ha realizado por “encajar”, es allí cuando traicionamos al guardián y llega la desmotivación, la angustia por no saber cómo continuar. 

Si sientes que has abandonado a tu niño en un lugar muy lejano queremos acompañarte a que lo recuperes para comenzar a maravillarte de las cosas sencillas que tiene la vida encontrando el valor que la vida tiene por si misma sin preguntarse por ello.

Para llevar una vida en la que exista la posibilidad de desarrollarnos verdaderamente debemos de abrazar e ir de la mano con nuestro niño interior, escuchar lo que tiene para decirnos y comprometernos con el a sanar esas heridas.

 Para sanar no hay recetas mágicas, ni formulas garantizadas, sin embargo, si hay herramientas para lograrlo y lo fundamental y más especial que te aplaudo es la intención de hacerlo, allí radica la diferencia.

Te invitamos a programar una cita con tu niño interior, lleva fotos de cuando eras pequeño, deja que el elija el lugar, el día, el menú, todos los detalles y este día le vas a preguntar ¿Qué te hace falta? ¿Qué te gustaría cambiar? indaga cada área de tu vida y dale la libertad de decirle que se exprese libremente de todo, asegúrale que lo escucharas sin juzgarlo, intentando comprender que es lo que realmente necesita.

 Una vez hayamos identificado esas necesidades debemos hacerle saber una cosa muy importante: solo hay una perdona que puede darle al niño que fuimos aquello de lo que careció y esa persona eres TU, nadie más que nosotros mismos puede hacerlo, nadie más puede amarnos mas que nosotros mismos, nadie podrá aceptarnos absolutamente tal y como somos, nadie podrá tener en cuenta todos nuestros deseos, nadie podrá estar con nosotros siempre, NADIE MAS… 

El adulto que somos deberá ocuparse de darle al niño que fuimos aquello que no pudiste recibir, nadie puede reemplazarte en esa tarea porque es exclusivamente tu responsabilidad, es un trabajo que requiere disciplina y persistencia, te garantizamos que valdrá la pena porque poco a poco te iras sintiendo con más vitalidad, capaces de jugar y de divertirnos con nosotros mismos.

 ¿Que vas a hacer hoy por tu niño/a?

SOFIA SPAGGIARI 

CEO Yo vivo en gratitud