Cómo volver a confiar en ti mismo(a) conectando con tu niño interior

Cómo volver a confiar en ti mismo(a) conectando con tu niño interior

Abril es el mes de los niños y es el momento perfecto para mirar hacia dentro, con ternura, hacia ese niñ@ que aún vive dentro de ti. Esa parte de ti que aún sueña, que necesita cariño, que se ilusiona con la vida… y que, a veces, ha sido herida y olvidada.

Volver a confiar en uno mismo no es solo una meta de bienestar, es un acto de valentía y de profundo amor. Y una de las puertas más poderosas para lograrlo es conectar con tu niño interior.

¿Por qué nos cuesta tanto volver a confiar?

Confiar es como respirar: lo hacemos naturalmente cuando nos sentimos seguros. Cuando estamos en presencia de alguien que consideramos confiable, nuestro sistema nervioso se relaja, nos sentimos en paz, bajamos la guardia. No tenemos que estar alerta, ni protegernos todo el tiempo.

Pero… cuando nos han traicionado, o cuando hemos roto nuestra propia confianza, ya no respiramos igual. Nos tensamos. Dudamos. Cerramos el corazón. Y poco a poco, dejamos de confiar no solo en los demás, sino también en nosotros mismos.

El niño interior: tu brújula emocional

Tu niño interior es esa parte de ti que aún recuerda cómo se siente confiar sin miedo. Es quien siente primero, antes de racionalizar. Es quien necesita ser visto, cuidado y amado. Y también es quien puede enseñarte a reconstruir tu autoconfianza desde la raíz.

Al conectar con él o ella, puedes empezar a sanar esas heridas que te han llevado a dudar de ti. Puedes ofrecerte la seguridad que quizás faltó en el pasado. Puedes empezar a tratarte con amabilidad, en lugar de con juicio.

Confiar en ti mismo: ¿cómo se ve eso realmente?

Una manera simple pero poderosa de definir la autoconfianza es esta:

Confío en mí cuando creo que me permitiré conocer mi propia verdad y que me trataré con amabilidad.

Y aquí viene el primer gran reto: ¿realmente te das permiso para ver tu verdad sin filtros? ¿Te permites sentir lo que sientes, sin esconderlo o negarlo?

La segunda parte de la ecuación también es clave: ¿cómo te hablas cuando cometes un error? ¿Te castigas, te criticas, o te ofreces compasión?

Ser amable contigo no es debilidad. Es autocuidado. Y es, irónicamente, lo que te da la fuerza para sostenerte en los momentos difíciles.

La confianza se gana, no se exige

A diferencia del amor, que puede ser incondicional, la confianza se construye con el tiempo. No basta con querer que los demás confíen en nosotros —ni que nosotros confiemos en nosotros mismos—. Es necesario ganarse esa confianza a través de actos concretos, consistentes y sinceros.

Como dijo el místico Thomas Merton, no tenemos derecho a que confíen en nosotros. Debemos demostrar que somos dignos de esa confianza. Y eso empieza en casa, contigo.

Pregúntate:
           * ¿Estoy siendo honesto conmigo?
           * ¿Me trato con amabilidad?
           * ¿Me cumplo lo que me prometo?

El poder de la amabilidad contigo mismo

Muchas veces no confiamos en nosotros porque, cuando fallamos, nos convertimos en nuestros peores críticos. Nos insultamos mentalmente. Nos saboteamos. Nos exigimos perfección. ¿Resultado? Decepcionarnos una y otra vez.

¿La alternativa? Practicar la autocompasión. Eso significa:
           * Hablarte como hablarías a tu versión de 6 años.
           * Cuidar tu cuerpo con descanso, buena alimentación y movimiento.
           * Pedir ayuda cuando la necesitas.
           * Felicitarte por tus logros, por pequeños que sean.
           * Dejar de castigarte por tus errores.

Porque, seamos honestos: ¿cómo vas a confiar en alguien que te grita, te descuida y te ignora? Y eso aplica también contigo.

Ejercicio: vuelve a tu niño interior

Aquí tienes una práctica sencilla para empezar a reconectar con esa parte de ti:
           1 Busca un lugar tranquilo. Siéntate o recuéstate cómodamente.
           2 Cierra los ojos y respira profundo.
           3 Imagina a tu niño o niña interior. ¿Cuántos años tiene? ¿Cómo se ve? ¿Qué está sintiendo?
           4 Habla con él o ella. Pregúntale qué necesita, qué lo asusta, en qué necesita que confíes.
           5 Dile lo que necesita escuchar: que estás aquí, que lo amas, que no lo vas a abandonar.
           6 Agradece la conexión. Respira hondo. Vuelve lentamente.

Hazlo tantas veces como necesites. Es una forma de cultivar intimidad emocional contigo.

Dejar de huir de tu verdad

Parte fundamental de confiar en ti es atreverte a ver lo que hay dentro. Incluso si no te gusta. Incluso si duele.
           * ¿Qué emociones sueles negar?
           * ¿Qué verdades no estás listo para aceptar?
           * ¿Qué decisiones evitas tomar?

Ser honesto contigo, sin máscaras, es el primer paso para volver a confiar.

Cultivar la confiabilidad en tus relaciones

No todo es interno. También es importante construir relaciones donde la confianza pueda florecer. Pero antes de evaluar si otros son confiables, pregúntate:
           * ¿Soy una persona confiable?
           * ¿Digo la verdad?
           * ¿Trato a los demás con amabilidad?

Una buena práctica es pedir retroalimentación honesta a alguien cercano. Pregúntale si te percibe como una persona auténtica y amable. Y escucha sin defenderte. Solo así podrás crecer.

 Confía de nuevo, pero hazlo contigo primero

Volver a confiar no es fácil. Nadie dijo que lo fuera. Pero es posible.

Y este mes de los niños es una oportunidad hermosa para regalarte eso: confiar en ti como confías en ese niño que alguna vez fuiste. Con ternura. Con paciencia. Con compromiso.

Porque cuando confías en ti, el mundo se siente menos peligroso, y más como un lugar donde puedes ser tú mismo, con todo lo que eso implica.

Preguntas Frecuentes

¿Qué es el niño interior y por qué es importante?
Es una representación simbólica de nuestra parte emocional más pura y vulnerable. Conectarnos con él nos permite sanar heridas del pasado y recuperar la confianza en nosotros mismos.

¿Cómo sé si he perdido la confianza en mí?
Cuando dudas constantemente de tus decisiones, te autocriticas sin compasión, o te cuesta cumplir lo que te prometes, probablemente haya una ruptura de confianza interna.

¿Se puede recuperar la autoconfianza después de una traición?
¡Claro que sí! Pero comienza desde adentro. Sanar tus heridas, entender tus límites, y tratarte con amor es el camino para reconstruir esa confianza.

¿Qué puedo hacer si me cuesta conectar con mi niño interior?
Empieza con pequeñas prácticas de visualización, busca apoyo terapéutico, o incluso escribe cartas a tu niño. Lo importante es empezar con intención y apertura.

🌱Recuerda esto: tu niño interior no necesita que seas perfecto. Solo necesita saber que no lo vas a abandonar. Confía en ti como confiarías en él.

Y si quieres herramientas que te ayuden a sanar tu autoestima desde la raíz estas en el lugar indicado, y aquí  puedes encontrar guías para sanar y ser feliz. 

Regresar al blog

Deja un comentario

Ten en cuenta que los comentarios deben aprobarse antes de que se publiquen.